Hace algunas semanas publicamos una entrada relativa a las conexiones constructivas existentes entre los edificios del caso histórico de Toledo. Dado que esta temática tiene un amplio desarrollo, y es bastante extenso el glosario de ejemplos con el que nos ilustra la ciudad, iremos incorporando sucesivas entradas con imágenes de esas líneas invisibles que unen edificios y soluciones constructivas. Hoy de nuevo les mostramos pequeños detalles observados en el hacer diario de nuestro trabajo.
Calle de la Soledad, 2 y Travesía de la Judería, 4. Estas dos imágenes, que corresponden a la Casa del Temple y a la Casa del Judío, tienen como motivo de inspiración común arcos polilobulados. En el primer caso el motivo decorativo lo encontramos en un bello zócalo policromado escondido en una cámara bajo la cocina del Restaurante “El Palacete”. En el patio de la Casa del Judío dos sencillas ventanas decoran el entramado encalado de la primera planta.
Callejón de San Ginés, 10 y Calle Garcilaso de la Vega, 2. A veces las conexiones constructivas las encontraremos en elementos humildes, en este caso en unos sencillos aparejos en espiguilla. El primero detalle lo encontramos al fondo del Callejón de San Ginés, donde las humedades se están comiendo este pequeño tramo bajo de fachada. El segundo corresponde a la fachada donde se encuentra la portería del Convento de Santo Domingo el Antiguo, en el lateral derecho de la portada, inmediatamente por encima de donde está la impronta de un antiguo cobertizo.
Calle de la Soledad, 2 y Cobertizo de Santa Clara, 8. De nuevo la Casa del Temple nos tiende líneas a otros edificios, en este caso son dos viejos forjados de madera o alfarjes los que nos muestran patrones comunes. Se puede identificar claramente una misma labor de carpintería ejecutada por las mismas manos o al menos por artesanos del mismo taller. El inmueble del Cobertizo de Santa Clara nº 8 presenta elementos arquitectónicos singulares que tienen gran similitud con los elementos artísticos de la Casa del Temple. Todavía se puede observar, en ambos casos, la policromía roja que adornaba los rebajes de las inscripciones de estas viejas estructuras.
Calle Bulas, 23 y Calle Hospedería de San Bernardo, 4. Entre las portadas de Toledo encontraremos gran número de conexiones constructivas. Las que aquí les mostramos no están lejos una de otra y sin duda comparten una misma fuente de inspiración en proporciones y diseño lo que nos permite enfrentarlas en este montaje fotográfico.
Calle de la Plata, 15 y Calle del Nuncio Viejo, 9. Parece claro que las mismas manos ejecutaron estos curiosos esgrafiados. Quizás la chispa que activara la inspiración del maestro de obras que realizó estas dos fachadas, sea la labor de cantería que encontramos sobre la portada de acceso al Convento de las Carmelitas en la Plaza de Santa Teresa.
Calle Santa Leocadia, 2 y Plaza de Santo Domingo el Antiguo, 5. Ya hemos comentado la gran analogía existente entre las portadas toledanas y lógicamente esto se traslada también a sus elementos constituyentes. Los herrajes de estos portones son casi idénticos. Estas puertas se encuentran cercanas entre si, esta claro que una de ellas ha servido de modelo para la otra.
Corredorcillo de San Bartolomé, 4 y Calle de la Plata, 4. Estos alfarjes presentan una disposición muy original de su tablazón, seguramente fuera de los patrones habituales del gremio. Parece claro de nuevo que las mismas manos han elaborado esta carpintería de armar. En el locutorio del Convento de Santo Domingo el Antiguo encontramos también este tipo de forjado.
Calle Sixto Ramón Parro, 7 y Calle Azacanes, 37. Rematamos finalmente esta entrada con otro ejemplo más de conexión constructiva en la que reconocemos “la misma letra” de un buen artesano. Quizás en la Calle Azacanes nº 37, en un antiguo balcón del siglo XVIII, encontremos el origen del diseño que dio forma a los balcones de la Calle Sixto Ramón Parro.
por Jose María Gutiérrez Arias