El Salón Rico del Corral de Don Diego es un tesoro cultural. Otro más de la inagotable Toledo que, como dragón solazándose en el cubil sobre su promontorio de monedas de oro, custodia aletargada su legado patrimonial.

El Consorcio de la Ciudad de Toledo, durante los trabajos de conservación del monumento, se ha ido encontrando con la realidad polímata del edificio, con sus capas de sabiduría sedimentadas a través de los siglos. Disciplinas como la arquitectura o la arqueología se entrelazan con otras como la historia, la epigrafía, la paleografía, la heráldica, etc. en un todo indisoluble de hermosa y compleja factura.

Ya se ha tratado pormenorizadamente en este blog el apartado heráldico. Hoy, próximos a la finalización total de los trabajos de restauración, nos proponemos explicar brevemente las inscripciones que aparecen en el interior del Salón Rico. Hablaremos de conceptos epigráficos y paleográficos y procuraremos compartir con ustedes, lectores fieles, el conocimiento adquirido tras el estudio de dichas inscripciones.

En primer lugar convendría definir paleografía y epigrafía, pues su campo de estudio se ha solapado históricamente por compartir fronteras, aunque  borrosas y, a veces, incluso inexistentes. Tradicionalmente se ha utilizado el concepto de soporte blando o duro para distinguir ambas, (escritura sobre soporte duro para epigrafía y sobre soporte blando para paleografía) pero estas definiciones no son admitidas en el actual debate académico al respecto. Dice la profesora Leonor Zozaya-Montes que «basta con afirmar que la paleografía es una disciplina autónoma que estudia la escritura». La misma autora asegura que «la epigrafía estudia esencialmente los escritos públicos con la intención comunicativa de difundir un mensaje públicamente, con afán propagandístico o divulgativo».

Estas definiciones nos permiten abordar las inscripciones concernientes al Salón Rico sin polemizar sobre si son más epigráficas que paleográficas o viceversa, trantando ambas como disciplinas afines.

Son tres las inscripciones que aparecen en el Salón Rico:

· En torno a la yesería adintelada de la puerta sobre el muro sur.

· En el alfiz de la yesería alrededor del arco de entrada al edificio. Muro norte.

· En el perímetro del artesonado. Armadura de cubierta.

En la presente entrada nos ocuparemos de la primera de ellas.

La yesería adintelada a la que nos referimos adorna lo que en otro tiempo fue una puerta sobre el paramento sur del salón, probablemente para comunicar el espacio principal de la qubba con una alhanía u otra estancia de servicio. Se compone de jambas y dintel ajabalconado todos ellos construidos en yeso y decorados mediante la técnica del tallado en bajorrelieve. Su decoración es de motivos geométricos (molduras), florales (atauriques), heráldicos (escudos) y literarios (incripción).

No nos ha llegado la yesería completa pues, a las implacables consecuencias del paso de los siglos hay que añadir un funesto desprendimiento a principios del XXI con resultado de rotura y fragmentación en innumerables piezas. La magnífica labor del equipo de restauración de Miguel Ángel Bonache ha permitido la recuperación de la mayoría de las piezas y su restitución al estado primitivo para el disfrute público.

José Amador de los Ríos, en su libro «Toledo pintoresca», de 1845 destaca sobre esta yesería: «[…] Al frente de este arco había otro mas pequeño, que debió conducir á alguna alhamia, el cual no deja duda de ninguna especie de la época en que fué construido este edificio. Adornábanlo preciosas fajas de almocárabe ataurique, compuesto este de una vid, cuyas hojas y vástagos serpentean en graciosos círculos, en un fondo de delicada ataugía, viéndose sobre la clave y á los lados tres escudos, cuyos timbres han desaparecido ya, y leyéndose en la orla exterior lo siguiente: EN EL NOMBRE DE DIOS SEA POR SIEMPRE JAMÁS GLORIA SEA AL PADRE AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO […]»

Su hijo Rodrigo Amador de los Ríos, en su libro «Monumentos arquitectónicos de España» de 1905, dice no ver completa la inscripción visualizando sólo: «SEA POR SIEMPRE JAMÁS GLORIA SEA AL PADRE AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO». Además, en nota al pie de página, escribe respecto del mismo elemento: «[…] En 1845 debía estar más entera esta inscripción, pues la leyó completa con escasa variación nuestro Señor Padre, y decía: EN EL NOMBRE DE DIOS SEA POR SIEMPRE JAMAS, etc. […]»

A pesar de los aportes de los dos historiadores, no disponemos de la inscripción completa. Hemos tratado de reconstruir el texto sobre el dibujo expuesto más arriba. Se han representado en negro las grafías que no ofrecen dudas por estar visibles a día de hoy y en gris las mencionadas en los textos de 1845 y 1905, que nos aventuramos a disponer sobre las dos jambas en su posición más probable. En la esquina superior izquierda del dibujo puede apreciarse la falta de texto que no nos hemos atrevido a proponer por falta de evidencia científica. Se ha optado por incluir en la representación la cruz negra flordelisada que cita Rodrigo Amador de los Ríos como visible aún en 1905 sobre el campo del escudo que preside el dintel.

El tipo de letra es capital alemana, tal y como la nombra José Amador de los Ríos, una suerte de mayúscula gótica compatible con los siglos XIV y XV, sin inclinación, de perfil redondeado y ondulante, con módulo aproximado de dos (relación entre el alto y el ancho), sin ligaduras, grafismo de bastante peso y separación entre caracteres mediante triple círculo a modo de interpunción.

Como siempre sucede con las yeserías medievales, el programa decorativo estaba profusamente policromado, como puede apreciarse en los restos de color de la siguiente fotografía.

En la ilustración siguiente se muestran dos imágenes: la primera, la fotografía del estado de la yesería en 1905, publicada en «Monumentos arquitectónicos de España». La segunda, un dibujo publicado en 1924 en el libro «Toledo. Sus monumentos y el arte ornamental».

Hasta aquí el repaso de la yesería adintelada, con su inscripción en castellano antiguo. Más adelante indagaremos en las otras dos existentes en el Salón Rico, cambiando las grafías, la técnica constructiva e incluso el idioma de los textos representados.

No se lo pierdan.

FUENTES:

· Amador de los Ríos, José. Toledo pintoresca. Imprenta Ignacio Boix. Madrid. 1845.

· Amador de los Ríos, Rodrigo. Monumentos arquitectónicos de España. E. Martín y Gamoneda, Editores. Madrid. 1905.

· Andreu Pintado, Javier (Coordinador). Fundamentos de epigrafía latina. Liceus. Madrid. 2009.

· Bardasano, Carolina y Perla, Antonio. Estudio sobre el Palacio de Don Diego. Inédito, 2016.

· González Simancas, Manuel. Toledo. Sus monumentos y el Arte Ornamental. Oficina tipográfica Regina. Madrid. 1924

· Zozaya-Montes, Leonor. Paleografía de las Edades Media y Moderna: transcribir la escritura antigua. Materiales docentes del curso en línea, Fundación Ciencias de la Documentación, 11-21/07/2017.

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