El caballero de yeso
Jose María Gutiérrez Arias
… “El pequeño Diego permanece quieto en un rincón del corredor alto del patio. Está enfadado, una pequeña lágrima cae abajo por su colorada mejilla mientras repasa mentalmente la regañina de su padre. Sabe que es un poco trasto y en cierto modo entiende el castigo. ¡ No te muevas de aquí hasta que yo te diga ! …, le ha dicho sulfurado el “pater familias”. A través de la balaustrada torneada ve que está solo , en la caja del patio no se oye ningún ruido. Lleva ya diez minutos de pie tieso como un palo, el aburrimiento le hace plantar sus posaderas sobre el solado de espiguilla del corredor, allí en el rincón pasea su mirada en lo cercano, alrededor, sobre el pavimento arrimada a la pared hay una pequeña tachuela forjada a mano, de esas que utilizan los yesaires para clavar en los entramados de madera y enredar la tomiza antes de aplicar los guarnecidos de yeso. Seguro que se les ha caído a los albañiles, piensa para si, ayer estuvieron tabicando el corredor de más arriba. Con ella en la mano lo primero que hace es probar su punta …, ¡ sopletas ! – dice el mozo tras plantar la punta del dedo sobre el aguijón forjado -. El pico de la estaquilla de hierro está nuevo, recién sacado de la forja y la punta de la pirámide es muy aguda.
Vuela la tachuela de una mano a otra, y tras pensarlo un poco … Diego prueba su pequeña daga sobre el enlucido de la pared. Sabe que no debe hacer otra picia y si le pillan le van a dar una buena tunda, pero un arañazo sobre la pared puede pasar fácilmente inadvertido. Además ha visto estos días pasados a los albañiles marcar los viejos revestimientos antes de dar la nueva capa de yeso. La semana que viene tabicaran y guarnecerán el corredor donde se encuentra ahora. Ya no lo piensa más. Allí en el rincón Diego sueña con ser caballero y sobre el yeso moreno deja con habilidad recuerdo de ello …”
Jose María Gutiérrez Arias
Un cuento fantástico, además conozco en persona la casa de Diego y su obra del caballero. : )