Soluciones sencillas para problemas complejos
Álvaro Sánchez Ballesteros
Aparece el contratiempo en el inmueble del callejón de Córdova. La necesidad de actualizar la existente instalación de gas butano por otra más fiable y segura hace que comience el planteamiento y aparezca la duda. Los propietarios quieren aprovechar la reciente canalización de gas natural que discurre frente a la fachada del inmueble para instalar la derivación individual que suministrará combustible a la caldera.
Aparecerá la primera duda. ¿Canalizamos por el interior o por el exterior del inmueble? El valor histórico de la edificación catalogado como “P” (valor patrimonial) será el principal condicionante a la hora de optar por una de las dos posibilidades. No siempre es sencillo canalizar la tubería de gas por el interior para conseguir un impacto moderado en este tipo de construcciones. A veces, incluso siendo una obra asequible, la sensibilidad del técnico o del instalador no suelen llevar la intervención a buen puerto.
La decisión está tomada, se canalizará por el exterior de la fachada. La normativa pertinente exige que no se coloquen canalizaciones en fachada excluyendo las bajantes de agua y empotradas en planta baja hasta una altura mínima de 3,5 metros. Dejando así el empotramiento de la canalización de gas en fachada mediante roza ventilada como única solución posible. El remedio agrede a la edificación, rasga la fachada, debilita el muro, crea un foco de humedad y suciedad, rompe el aspecto del frente… pero está permitido. Ante este fuerte condicionante sólo podremos optar por la resolución de menor impacto.
La solución más sencilla suele ser la acertada. ¿Qué pasaría si buscamos en los elementos permitidos los medios correctos? Tendremos que estudiar cada caso de manera pormenorizada para evitar el daño irreversible al inmueble. Tras los estudios previos y la elaboración de la documentación técnica pertinente, optaremos por ocultar la canalización de gas aprovechando los recursos del inmueble. Los primeros 3,5 metros se salvan mediante la canalización de la tubería en una bajante cerámica de saneamiento condenada; y el resto se oculta en una falsa bajante de pluviales que simula llegar al canalón existente. Utilizaremos el mismo material y los mismos criterios que los utilizados en las bajantes de cobre existentes. Tratamos con esta actuación no añadir un elemento ajeno a la construcción y respetar la imagen original del edificio.
No podemos renunciar a habitar el Casco Histórico por falta de bienestar, las actualización de las instalaciones son necesarias. Toledo debe ser una ciudad viva y activa que promueva la renovación de sus instalaciones de forma coherente. Esperamos con este caso abrir una nueva vía mucho más respetuosa con la ciudad.
Propiedad: Francisco García Martín. Callejón de Córdova nº 8, 45002, Toledo.
Técnico Gas Natural: Vanesa García Bullido.
Empresa instaladora: Vágon Proyectos e Ingeniería s.l.
Elaboración de la documentación técnica, coordinación de trabajos: Unidad técnica Sección Vivienda. Consorcio de Toledo.
Felicitaciones, por fin se consigue algo sin que suponga un impacto estético negativo.
Además de un buen trabajo, una buena explicación del por que, muy profesional todo. Un saludo.
Gracias por el comentario. Un saludo
Las instalaciones en las fachadas de una casa son una tarea bastante complicada sobre todo si hablamos de canalones que cumplen una funcion muy importante, estos deben estar bien instalados y a la vez deben cumplir con la estetica del edificio como bien comentas en el post.