En 2004 se puso el punto final a los trabajos de elaboración una recopilación planimétrica de todos los restos romanos conocidos hasta la fecha en el Casco Histórico de Toledo. Hasta ese momento, la documentación de estos restos se encontraba, en el mejor de los casos, dispersa en publicaciones parciales e incompletas. Con este trabajo se consiguió reunir, por primera vez, la documentación gráfica existente de los restos romanos en Toledo de manera homogénea, tomando como soporte el plano general del Casco Histórico de Toledo. Para la realización de este trabajo, llevado a cabo por el arquitecto José Antonio Artalejo, se comenzó con una minuciosa toma de datos, se realizaron multitud de entrevistas con los arqueólogos que han trabajado en el Casco y se realizaron un buen número de visitas a excavaciones en las que se estaba trabajando en el momento de la elaboración del plano, para tomar referencias directas del propio yacimiento. Una vez recopilados todos los datos de cada uno de los restos estudiados, se decidió representar estos, mediante un programa de dibujo asistido por ordenador, en el Plano Catastral de Cubiertas de Toledo, a modo de “Plano de Nolli”; es decir, dibujando los restos romanos seleccionados y en color diferenciado, mientras que para el resto se mantiene dibujada la proyección de las cubiertas en un tono neutro. A este plano de proyección en planta de una sección horizontal numerada de cada resto arquitectónico (estructuras arqueológicas), se añadió una referencia a la situación de otros restos romanos no arquitectónicos, tales como escultura, pintura o cerámica, mediante unos puntos coloreados en otro tono diferenciado. Con todo ello se ha obtenido una representación conjunta y unitaria de la totalidad de los restos romanos conocidos hasta la fecha de su ejecución, septiembre de 2004, en el Casco Antiguo de Toledo. Este importante documento, como compilación de restos, posee la doble función de servir como soporte de lo encontrado – ser un plano memoria- y, también, como documento de análisis, reflejo de las relaciones entre los restos hallados y como puente para futuras hipótesis que intenten desvelar cómo fue realmente el Toletum romano. Finalmente, sirve como base de apoyo y soporte de acogida para todos los restos que vayan apareciendo en el futuro.