Forma Urbis. Vestigios romanos en la Calle Alfileritos-Callejón de Menores
José María Gutiérrez Arias
“Forma urbis” … la forma de la ciudad
… pensamos en nuestra ciudad como si fuese una vasija modelada por nuestras manos, no caemos en la cuenta de que antes ha habido otros alfareros, alfareros de manos fuertes y expertos conocimientos que han domado el suelo que pisamos …
Desde la puesta en marcha, por parte del Consorcio, del programa de ayudas a la rehabilitación de edificios y viviendas del casco histórico, los técnicos de la Sección de Vivienda dedican todos los martes y jueves de cada semana a la realización de visitas técnicas a los inmuebles de nuestra ciudad. El origen de las mismas viene asociado generalmente a solicitudes realizadas por los ciudadanos para la realización de visitas técnicas previas a sus viviendas. Este tipo de visitas, “apellidadas” previas, sirven para ver el estado previo de las edificaciones antes de que los particulares realicen obras de rehabilitación, asesorar sobre las mejores soluciones constructivas, a la vista de lo que nos encontramos, y para aclarar de forma personal y directa cualquier duda que pueda existir en los trámites, administrativos o de obra, en el proceso rehabilitador. No obstante esta entrada no va dirigida a contar las bondades de este tipo de visitas, a las que dedicaremos una entrada independiente en otro momento, sino a destacar que gracias a las mismas hemos podido acceder a contemplar numerosos elementos constructivos singulares, repartidos y escondidos por nuestra sorprendente ciudad. Esa facilidad para visitar múltiples edificios nos permite, como valor añadido, poder poner en relación hallazgos que se encuentran relativamente distantes unos de otros. Como ejemplo y prueba de ello queremos compartir con nuestros lectores diversos hallazgos de cronología romana que, a lo largo de estos últimos años, hemos encontrado en la manzana de edificios existente entre la Calle Alfileritos y el Callejón de Menores.
En este conjunto de edificios existen restos de potentes frogones de opus caementicium (del latín opus = obra, caementum = argamasa), hormigón romano elaborado con cal, arena y piedra machacada en pequeños mampuestos (en nuestra ciudad suele ser granito). El opus caementicium es una de las claves del éxito arquitectónico de las construcciones romanas, por su velocidad de ejecución y la solidez de la construcción una vez terminada. La singularidad de los restos de estos antiguos muros, además de por su origen romano, se ve incrementada por el hecho de que parecen marcar una disposición constructiva conjunta común, a modo de muro de contención o aterrazamiento, actuando como elemento de transición o parapeto para salvar la gran diferencia de cota o altura entre el Callejón de Menores (cota 532 m.) y la Calle Alfileritos (520 m.). Esta gran bancada que parece correr paralela a ambas calles, a falta de una confirmación topográfica, está asociada a cortes verticales efectuados en los estratos rocosos existentes en los fondos o traseras de las casas pares de la Calle Alfileritos. Estos desmontes verticales del terreno han quedado visibles, temporalmente, con las obras realizadas en el nº 10, de la citada calle, tras la demolición del antiguo edificio existente en este solar, y más recientemente en el nº 14. Este tipo de aterrazamientos parecen tener funciones constructivas similares a los existentes en la Calle Nuncio Viejo nº 3, donde el arqueólogo D. Jesús Carrobles Santos en el año 1986 pudo localizar, en una excavación de urgencia, “estructuras similares que identifica como el apoyo o fundación de estructuras residenciales de la ciudad alto imperial romana, una vez regularizada la complicada topografía del peñón toledano“. Parece por tanto que nos encontramos ante labores de “modelado” urbano, para el establecimiento de lo que llamaríamos “la marca de Roma” en Toletum: implantar un modelo de tejido urbano y una nueva manera de construir, formas y maneras nuevas para impactar y romanizar a las gentes.
Por la localización de los restos parece que se puede descartar su uso con carácter defensivo, como muralla. Esta circunstancia es fácilmente deducible al existir restos romanos de importancia, que quedarían desprotegidos, a una cota más baja no demasiado lejos de nuestra zona de investigación, tales como la calzada localizada bajo la mezquita del Cristo de la Luz, la cloaca de Valmardón que parece marcar una zona límite de desagüe exterior, o la base del torreón romano existente en la cimentación de la Puerta del Sol, donde si parece ubicarse la linea defensiva romana de la ciudad .
El primero de los hallazgos, enumerándolos de este a oeste, se encuentra en un pequeño sótano abovedado de la casa de la Cuesta de Agustín Moreto nº 6, aquí se localizan tres machones de opus caementicium que constituyen parcialmente los muros de carga del edificio. El muro romano fue dividido en tres partes durante la construcción de la casa medieval hoy existente, de esta manera se habilitaron las dos alas del sótano y los huecos de ventilación al patio. El segundo se encuentra en el nº 12 de la Calle Alfileritos, asociado a un magnífico paredón del siglo XIII al que se adosa un frogón del que sólo se pudo vislumbrar, tras el muro de cerramiento de la medianera del edificio, una pequeña parte visible temporalmente durante los trabajos de rehabilitación de una vivienda de planta 1ª. Este mismo muro es visible con más facilidad desde el sótano del inmueble medianero a éste en el Callejón de Menores nº 16, este hallazgo ha sido posible gracias a la comunicación que nos hizo el arqueólogo municipal D. Antonio Gómez Laguna, al que agradecemos la información.
Por último podemos indicar la existencia de un último tramo de muro, el de mayor longitud, que se encuentra en la planta baja del inmueble sito en la Calle Alfileritos nº 8, este inmueble, que desgraciadamente está en acelerado proceso de ruina, ha perdido gran parte de sus revestimientos interiores dejando a la luz en su muro trasero de fondo un magnífico muro de opus en perfecto estado de conservación.
Tenemos constancia de la existencia de otros restos en el entorno cercano, consistentes también en potentes frogones, uno de ellos se encuentra en el resturante Alfileritos 24 (planta baja) y el otro se localiza en el nº 2 de la Calle Alfileritos, éste último ya mencionado por Julio Porres Martín-Cleto en alguna de sus publicaciones, al cual no hemos podido tener acceso y desconocemos su ubicación exacta. En el caso del restaurante el machón de obra parece no respetar la alineación de muros y desmontes propuesta anteriormente aunque si parece claro, por la cercanía a la zona de estudio, que está en clara relación a ellos.
1 Sótano Cuesta de Agustín Moreto nº 6
2 Planta 1ª Calle Alfileritos nº 12
3 Sótano Callejón de Menores nº 16
4 Planta baja Calle Alfileritos nº 8
Estamos seguros que futuras intervenciones en los inmuebles de esta manzana de casas sacarán a la luz nuevos hallazgos de cronología romana asociados a los ya indicados, piezas que contribuirán a completar el puzle de la antigua Toletum. En próximas entradas comentaremos hallazgos similares encontrados en la Calle de la Plata y Callejón de los Becquer, construcciones que parecen marcar la existencia de una amplia meseta, allanada artificialmente, por donde transcurriría un eje viario romano de importancia que comunicaría la zona de la Plaza de Zocodover y la Plaza de San Vicente.
José María Gutiérrez Arias. Consorcio de la Ciudad de Toledo
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!