El Palacio del Conde Esteban
En el estudio de los edificios antiguos, al igual que en otras muchas disciplinas, un pequeño detalle puede ser determinante a la hora de obtener conclusiones o establecer hipótesis con cierto peso. En la entrada de hoy queremos contarles algún “pequeño” detalle relativo a la disposición constructiva original de la llamada “Casa del Conde Esteban”, en la Plaza del Consistorio nº 3. Una casa singular que conserva, aún hoy en día, elementos arquitectónicos excepcionales, muestra de un pasado glorioso y ejemplo de que una buena labor de conservación puede preservar perennes nuestros bienes patrimoniales.
Esta casa tiene dos patios, uno medianejo, el otro es más bien patinillo. El primer patio está bien proporcionado para las alturas que tiene el edificio, y llega con holgura la luz hasta la planta baja. Curiosamente el segundo patio está dispuesto a continuación del otro, se puede decir que están enlazados los dos. Del grande se pasa al chico a través de un arco angrelado decorado con yeserías. No existe, que yo conozca, una disposición igual en otras casas de la ciudad. Este patinillo, casi cuadrado, era en tiempos parte de un antiguo salón principal de la casa. Un palacio o salón interior, originalmente de forma rectangular, con una altura libre de dos plantas que se cubría con una rica techumbre de madera decorada. Un espacio similar al gran salón central del Taller del Moro.
Arriba en el piso más alto de la casa, que abre ventanas a este patinillo, existe una nacela decorada con una inscripción de tamaño generoso. El gran tamaño de esta nacela nos recuerda que su texto se debía leer desde abajo, a más distancia de donde la leemos ahora. Sobre ella se dispone la solera de apoyo de una gran armadura de madera. En el año 2004, durante la rehabilitación de esta zona alta abuhardillada aún pude ver, antes de su desmontaje, dos poderosos tirantes o vigas de aire que molestas cruzaban por en medio de la habitación. Estas dos vigas eran el recuerdo de la gran artesa que cubría el salón principal de la casa.
Arco angrelado, nacela y vigas de aire, “pequeños” grandes detalles aquí y allá que nos ayudan a leer en techos y paredes la disposición constructiva antigua de uno de los mejores edificios de la ciudad.
Fdo. Jose María Gutiérrez Arias. Consorcio de la ciudad de Toledo