Mil puertas tabicadas (II)
Jose María Gutiérrez Arias
Toledo: la ciudad de las mil puertas tabicadas. Retomamos la temática de las puertas perdidas con nuevos ejemplos extraídos del amplio muestrario edificado de nuestra ciudad histórica. Si desean acceder a la entrada inicial les adjuntamos un enlace de la misma: Mil puertas tabicadas.
Convento de la Concepción Francisca
Nada más acceder al Convento de la Concepción Francisca, en un lateral del patio de los demandaderos, encontramos dos vanos tabicados. Por su disposición, en un muro que sirve de contención de tierras, y remate de la plataforma de nivelación del Museo de Santa Cruz, estos vanos tabicados, situados a una cota muy baja, parecen albergar hornacinas o huecos de poca profundidad. Según comentan las monjas, en tiempos pasados, se extraía agua de estas entradas, que cobijan pequeñas concavidades del terreno por donde surgían pequeños veneros de agua. Ya vimos en otra entrada de nuestro blog disposiciones similares en la Calle del Cristo de la Luz y la Subida de la Granja. Manantiales bajo la muralla.
Calle Caños de Oro, nº 3
Durante la construcción de una promoción de viviendas en el año 2006, en un viejo inmueble de la Calle Caños de Oro, apareció una puerta tabicada singular. Esta documentada ampliamente, en varias publicaciones, el hallazgo de la misma, y de un curioso documento hebréo, por el arqueólogo responsable del control arquológico de esta intervención, Arturo Ruiz Taboada. Transcribimos algún apunte suyo al respecto: “… se trata de un documento en hebreo aparecido oculto en una de las jambas de una puerta tabicada. En origen el acceso era a través de un arco de herradura, aunque en el momento del ocultamiento, el arco había sufrido una reforma y transformado en medio punto, al recortar sus impostas. El texto en hebreo es un fragmento de la biblia que describe el canto triunfal de Moises rumbo a `Elim, fechado aprox entre finales XV y a lo largo del XVI. Lo relaciono con la existencia de un antiguo midrash en la zona, en una época de persecuciones y de incipiente poder de la Inquisición ” (Arquitectura residencial y religiosa, Siglos X a XVIII. Año 2012, pgs. 63-66).
Aclararemos que un midrash es una escuela o casa de estudio rabínica. Existe documentos antiguos que mencionan la existencia del llamado Midraz de las Vigas en la manzana de casas situada entre la Calle Caños de Oro, Calle del Ángel y la Cuesta de Bis Bis. Midrash de las Vigas
Calle del Ángel
En esta misma manzana de casas encontramos alguna puerta tabicada más de carácter singular. Singular por su bella decoración, … y singular por su humillada estampa y lamentable aspecto. Esta portada, armada con piezas de cantería de granito y piedra caliza, presenta decoración muy diversa: cárdinas en su imposta superior, un cordón franciscano en el frente de su dintel y decoración heráldica en los capiteles. Indicaremos también, como reflexión general, para casi todas estas puertas tabicadas que relacionamos, la perdida generalizada de los portones que las defendían, elementos fácilmente desmontables y presas fáciles para la venta y la expoliación.
Callejón de San Ginés
Durante la rehabilitación de la fachada de este edificio, realizada por el maestro de obras Jesús Adeva, apareció la traza original de un portón de grandes dimensiones, “semitabicado” y disfrazado de puertecilla y ventana. Los propietarios del edificio colaboraron, con un cambio de la distribución interior del zaguan, y permitieron la recuperación, por parte del Consorcio, de la disposición original del hueco de entrada. Nos queda, como asignatura pendiente, la eliminación del antiestético cableado que discurre por la fachada.
Calle Alamillos del Tránsito
En esta fachada barroca se dispone esta “alegre” puerta tabicada. La disposición de las dos ventanas a modo de ojos, el dintel con los ladrillos a sardinel conformando una cabellera de “pelo pincho”, y el respiradero al pie, como una boca ligeramente desviada y burlona, le dan cierta gracia al sobrio paramento toledano. El número de gobierno antiguo, sencillo y elegante, nos indica que esta calle tuvo en tiempos un mayor bullicio de vecinos que en la situación actual.
Calle Alfonso XII
Durante los trabajos de rehabilitación del antiguo Convento Madre de Dios, para ampliación del Edificio Universitario de San Pedro Mártir, apareció una magnífica portada mudéjar del siglo XIV que permanecía oculta y fuera de uso. El acceso al edificio conventual se hacía por una discreta portada, sin decoración alguna, abierta en el cerramiento sur del edificio. Hoy el muro vuelve a ser muro y la puerta vuelve a ser puerta.
Calle Cadenas
La iglesia de San Nicolás tiene dos puertas tabicadas, una al pie del templo, donde se ubicaba el acceso original al mismo y otra en su alargado zaguan de entrada actual. Esta segunda, dispuesta en arco de herradura, todavía conserva en la parte alta las gorroneras donde se alojaban los goznes de la puerta que la cerraba. Este zaguan, adosado a la iglesia, parece un antiguo salón de un palacio, como así parece indicarnos esta puerta y el bellísimo alfarje que decora el techo de este espacio.
Calle del Sacramento
Ya comentamos en la primera entrega de las “Mil puertas tabicadas” el mal común y reciente de numerosos edificios de la ciudad, que sufren el abandono y la condena blindada de sus puertas. En la acera izquierda de la Calle del Sacramento se encadenan uno tras otro los portones de ladrillo y cemento.
Hospedería de San Bernardo
Hasta ahora casi todas las puertas tabicadas que hemos comentado tienen unos cuantos añítos a sus espaldas. Este no es el caso. Aquí la puerta “tabicada” es moderna y aunque no se ve el tabique por ningún sitio el vierteaguas y la reja se encargan de cumplir esa función.
Calle Taller del Moro
A veces no hace falta que haya una pared para condenar una puerta. En este caso un armario de telecomunicaciones hace inviable el uso de esta puerta. La explicación es la siguiente: la puerta es de reciente ejecución y ha sido abierta como consecuencia de una reforma interior del edificio donde se ubica. El armario de instalaciones se encontraba allí desde hace tiempo, y parecía que iba a ser fácil su traslado hacia un lateral, pero el prohibitivo coste de esta operación, presupuestado por la compañía de telecomunicaciones propietaria del armario, han hecho inviable hasta ahora la puesta en uso de esta puerta.
Plaza de San Justo
En el nº 1 de esta plaza vivió el afamado artista e intelectual D. Pedro Román Martínez. En esta fotografía suya, tomada a principios del siglo XX, en la que podemos ver la puerta de acceso a su casa, observamos que los huecos de paso han sido movidos de sitio. Sobre el eje de la ubicación de la puerta original se alza un machón de carga y a ambos lados se ha ampliado el hueco, en un caso para abrir la nueva puerta y en otro para crear un escaparate. Esta profusión de nuevos huecos, en las plantas bajas de los edificios, muy común donde se existan actividades comerciales, debilitan en gran medida los muros de carga de estas casonas centenarias, creándose con facilidad importantes fisuras en los paramentos de las plantas altas.
Calle Santa María la Blanca
En la Sinagoga de Santa María la Blanca encontramos dos puertas tabicadas. La primera de ellas, dispuesta en una travesía lateral, sorprende por su bella traza y por la circunstancia de que éste no haya sido aval suficiente para mantenerla en uso. La segunda, convertida ahora en ventana, tiene un cargadero con un diseño antiquísimo, asociado siempre en Toledo a puertas muy antiguas. Su umbral se encuentra muy por encima del nivel interior principal de piso de la sinagoga lo que nos indica que es una puerta secundaria de paso, quizás dando acceso a un piso superior o galería.
Callejón de San Ginés
En la llamada Casa de los Oficios encontramos este bello arco de yeserías tabicado. Su alzado exterior es visible desde el patio de la casa medianera. El Consorcio de la Ciudad de Toledo está estudiando la viabilidad de su restauración y puesta en valor que permita su visita pública. Junto a él se dispone una segunda puerta tabicada pero ya sin decoración.
Travesía de San Torcuato
En esta calle, sobre la fachada de la Casa de las Miñacas, se alza lo que parece una puerta de una balconera. El tabicado está ejecutado con ladrillos dispuestos a panderete.
Más abajo, al pie de la calle, y junto a la puerta de entrada a este edificio veremos otra puerta sin uso ya.
En el interior de la Casa de las Miñacas veremos varias puertas tabicadas, las dos más significativas se encuentran en la crujía sur del patio. Ambas se encuentran decoradas con yeserías. Estos dos huecos de paso, convertidos ahora en ventanas, y pertenecientes a la vivienda de otro propietario, crean una servidumbre de vistas hacia el patio principal de las Miñacas. No es extraña esta circunstancia , y relativamente común en estas casonas antiguas, la disposición entremezclada de varias propiedades, motivada por la necesidad de ir vendiendo por partes estos inmensos caserones, y poder así ir haciendo frente al mantenimiento de los mismos.
Ya de nuevo en la Travesía de San Torcuato, bajando la calle, volveremos a encontrar edificios abandonados acompañados de sus inseparables portadas tabicadas. Al fondo encontraremos la portada de la Iglesia de San Torcuato, puerta parcialmente tabicada y convertida ahora en acceso a una vivienda doméstica.
Callejón de San Justo
Ya hemos visto anteriormente que no es extraño encontrar puertas tabicadas en nuestras iglesias. En el exterior de la iglesia de los Santos Justo y Pastor, al inicio del callejón situado a los pies del templo, encontraremos un antiguo acceso que acometía directamente a la sacristía. El albañil que acometió el trabajo desistió de rematar la faena y dejó semi-tabicada este vano, que aun conserva un machacado portón con unos interesantes clavos de tradición mudéjar.
Callejón de Santa Clara
Otra puerta tabicada para una iglesia, ésta se encuentra en la fachada norte de la Iglesia de San Vicente. El criterio de rehabilitación de esta fachada, respetando las fases constructivas de los revocos existentes, nos permite contemplar con facilidad el hueco de paso ahora perdido.
Callejón de los Muertos
Más iglesias. En el lateral del ábside de la Iglesia de San Andrés vemos otro vano condenado. Por su localización y cota con respecto a la planta principal de la iglesia podemos deducir que quizás éste sea el acceso a una cripta.
Hasta aquí por hoy. En futuras entradas ampliaremos la información relativa a las puertas fuera de uso de nuestra ciudad. Un cordial saludo.
Muy Sres. míos: El Blog me parece muy interesante.
No obstante, deseo hacerles una observación, por si quieren tomar nota, sobre la fecha de la fotografía de Pedro Román Martínez (de la Plaza de San Justo, nº 1) en la que se dice “fechada hacia 1935”. Desconozco en qué datos se han podido basar para determinar esta fecha aproximada.
Este inmueble, en efecto, fue la vivienda de la familia del pintor que la inauguró y habitó el 30 de abril de 1902. En la foto aparecen los obreros que llevaron a cabo la remodelación de la casa. La fecha de la imagen es anterior a la ocupación de la vivienda por parte de mi familia: tiene que estar tomada entre el 4 de diciembre de 1901 y el 30 de abril de 1902.
Muy agradecido por su atención.
Un saludo: Lorenzo Andrinal Román.
Estimado D. Lorenzo. Lo primero pedirle disculpas por el retraso en contestarle, efectivamente el dato de la fecha no es correcto y fue recogido por error de mis notas, que hacían referencia a otra fotografía. Gracias por su corrección y por los interesantes datos que nos apunta.
Un cordial saludo.