La cúpula de Petrvs Manrique
Jose María Gutiérrez Arias
” Hay espacios de nuestra ciudad que parecen albergar, a modo de viejos almacenes de anticuario, un sinfín de amalgamas de antiguas arquitecturas, testigos de viejas construcciones y testimonios arqueológicos diversos. En esencia, recuerdos de lo que construimos y de lo que fuimos … Entre esos lugares, que cobijan de forma generosa nuestro más antiguo patrimonio, se encuentran los adarves. Parece como si la circunstancia de la inexistencia de salida de estos callejones haya provocado la interrupción del paso del tiempo, lo edificado allí permanece inalterado ”
Este pequeño párrafo, rescatado de una de nuestras entradas del blog, resume con fidelidad el hilo argumental de las notas que hoy les presentamos. Recientemente hemos tenido ocasión de visitar un inmueble en el Callejón de San Pedro, uno de los adarves más antiguo de nuestra ciudad. El inmueble visitado es un edificio centenario, muy bien construido, con trazas sencillas y en razonable buen estado de conservación. No se advierte en él, a simple vista, ningún elemento arquitectónico singular, quizás la escalera, con un ámbito más grande de lo habitual en estas casas del final de la edad media, nos indique que estamos en un edificio con solera.
Sin embargo, al subir a la última planta del caserón, en una pequeña estancia encontraremos una bellísima cúpula elíptica, policromada, decorada con pinturas de escenas religiosas desplegadas sobre tondos y cintas enmarcadas con pan de oro, sobre un fondo de decoración vegetal. Descansa el conjunto abovedado sobre una cornisa moldurada que recoge en su alzado una inscripción en latín: · D · EVGENIO PRIMO ECCL… TOL… …ARCHIEP · HANC IN PRIVATO AEDICVLAM · PETRVS MANRIQVE NVMINI EIVS DEVOTISS · D · D · AN · DO · M · D · LXIX · QVI POST INCOLVERIS PATRI SANCTISS · PIETATEM DEBITAM EXOLVITO
Esta inscripción, de difícil lectura por sus abreviaturas, necesita de un experto para su correcta traducción. Nuestro compañero Pablo González Collado, después de un arduo trabajo, nos propone esta traducción:
“PEDRO MANRIQUE DEDICÓ A EUGENIO, EL PRIMER ARZOBISPO DE LA IGLESIA TOLEDANA, ESTA CAPILLA PRIVADA, POR DEVOTÍSIMA INSPIRACIÓN DIVINA DE ÉSTE. EN EL DÍA DE DIOS DEL AÑO DEL SEÑOR DE 1569. QUIEN TRAS SER HABITADO POR EL PADRE SANTÍSIMO LIBERARÁ LA DEBIDA PIEDAD”
Podemos atrevernos a comentar algunos detalles que nos parecen interesantes: existe una fecha, MDLXIX (1569), y dos nombres, EVGENIO y PETRVS MANRIQVE. En el año 1569 el Canónigo Obrero Mayor de la Catedral de Toledo era el canónigo D. Pedro Manrique de Padilla. En el año 1565, este canónigo fue encargado, por el Cabildo de la Catedral y con el apoyo de Felipe II, de trasladarse a Francia y hacerse cargo allí de las reliquias del primer arzobispo toledano, San Eugenio, para trasladarlas a Toledo. Dada la cercanía del Callejón de San Pedro, con respecto a la Catedral, existían en él numerosas viviendas de canónigos de la Primada, no sería extraño por tanto que D. Pedro Manrique habitase en el nº 11 de este adarve y que, por su cargo de responsable principal de las obras de la Catedral, pudiera costearse la excepcional cúpula que hoy les mostramos.
Hoy en día esas reliquias se guardan en el relicario de la catedral primada, dentro de una magnífica urna de plata de 57 kilogramos de peso, obra de los plateros Nicolás de Vergara y Francisco Merino y terminada en el año 1569. Aun con las incógnitas existentes, parece claro que este pequeño espacio abovedado fue construido para dejar constancia de la impronta que tuvo sobre Pedro Manrique la figura de San Eugenio. Fantástico que hoy en día se conserve esta joya en un abandonado caserón.
Un nuevo descubrimiento gracias a vuestra labor.
Gracias, nuevamente, por ello
Un saludo
Siempre sorprendente el Callejón de San Pedro. Espectacular!!!