Alcantarilla romana en la calle de la Sal

Pablo González Collado

El Consorcio de Toledo ha dedicado, desde su fundación (ab urbe condita, que diría Tito Livio), un notable esfuerzo a la investigación arqueológica y al estudio del subsuelo de nuestra ciudad con especial interés por la etapa romana, menos conocida documentalmente.

Unas veces, las intervenciones buscan desde la redacción del proyecto la localización de restos romanos. Otras, es más un deseo que una búsqueda, y las más veces, la aparición de éstos es fortuita, como resultado de los trabajos que se acometen en un inmueble determinado.

En la entrada de hoy estamos en el tercer caso: durante las obras que la propiedad del inmueble sito en calle de la Sal nº 5 estaba realizando con ayuda del Consorcio, dentro de los trabajos que el proyecto, redactado por D. Rafael Elvira, destinaba a la planta sótano y que consistían en recalzar el muro medianero, el suelo cedió en parte revelando un hueco horadado en un material «diferente» a los encontrados habitualmente en la construcción clásica. El agujero daba acceso a una pequeña cámara que parecía prolongarse en longitud aunque el espacio permanecía colmatado de lodo y escombro.

Es difícil explicar la emoción que embarga a las personas implicadas en un descubrimiento de este tipo (cuestiones económicas al margen). Desde los operarios que con sana curiosidad se ofrecían para vaciar la galería descubierta, pasando por la propiedad quienes parecían haber descubierto un tesoro, el arqueólogo mostrando su satisfacción profesional por el trabajo a acometer, hasta nosotros mismos como técnicos de la administración conscientes de la importancia del descubrimiento, todos acogimos el descubrimiento con gran júbilo.

Tras las operaciones pertinentes de vaciado con metodología arqueológica del lodo taponador ejecutadas bajo la dirección de D. Javier Peces, apareció una galería que en un primer momento pareció infinita en desarrollo (en realidad medimos 25 m de longitud total), construida en opus caementicium (el cemento romano a base de cal, arena y agua aglomerando con su mezcla piedras de tamaño variable que configuran muros, bóvedas y otros sistemas constructivos).

Se prolonga longitudinalmente de este a oeste paralela a la calle de la Sal, pegada al muro de cierre del inmueble del número 5 (no obstante, la antigua construcción de la casa buscó apoyo en los muros romanos a modo de bóvedas de cimentación en su alineación de fachada) y presenta dos tramos en codo que cambian su dirección hacia norte y sureste. El lado norte continúa su recorrido hasta ser cortado por la cimentación del edificio colindante en la calle de los Bécquer pero se están haciendo averiguaciones pues hay más que sospechas de que la alcantarilla continúa en sentido norte atravesando esta última calle (trataremos de ampliar información en sucesivas entradas…). El lado sur atraviesa la calle por debajo hasta perderse bajo el edificio que da hacia la calle Cordonerías no encontrándose restos más allá lo que hace pensar que en tiempos pretéritos la alcantarilla fue arrasada en este tramo.

Les mostramos un esquema del trazado situando las calles más representativas del entorno. Representadas en rojo están las dos roturas que se encontraron durante los trabajos y que se utilizaron para facilitar las farragosas labores de desescombrado y acceso al interior de la galería.

La profundidad a la que transcurre la alcantarilla es de 3´60 m medidos desde el suelo de la calle hasta el piso de la alcantarilla. La pendiente discurre en sentido descendente desde el norte hacia el sureste siendo de aproximadamente un 5 %.

En el interior no puede uno ponerse de pie: la altura libre hasta el punto más alto del intradós de la bóveda de cañón es de aproximadamente 1´10 m lo que limita el acceso y dificulta los trabajos ejecutados. El interior presenta una línea corrida de imposta o pequeña cornisa que interpretamos como un retallo constructivo con el objeto de apoyar una cimbra o cintrel de madera para controlar la curvatura y el hormigonado durante su construcción.

Suponemos que esta alcantarilla formaría parte de la red de evacuación de aguas de la ciudad romana, que poco a poco vamos conociendo gracias a los nuevos descubrimientos que se van dando, constituyendo un ramal secundario a juzgar por las mayores dimensiones de la alcantarilla encontrada tiempo atrás en el entorno de Hacienda y la calle Alfonso X, donde incluso puedes ponerte de pie.

Toletum sigue esperándonos. Seguiremos informando.

Pablo González Collado. Consorcio de la Ciudad de Toledo

3 comentarios

Trackbacks y pingbacks

  1. […] de la Sal nº 5. Esta casa es conocida en Toledo por pasar bajo ella una cloaca romana https://www.consorciotoledo.com/alcantarilla-romana-en-la-calle-de-la-sal/ pero no sólo es interesante este edificio por su subsuelo, allá arriba en sus cubiertas […]

  2. […] de la Sal nº 5. Esta casa es conocida en Toledo por pasar bajo ella una cloaca romana ( http://consorciotoledo.wordpress.com/2012/11/05/alcantarilla-romana-en-la-calle-de-la-sal/), pero no sólo es interesante este edificio por su subsuelo, allá arriba en sus cubiertas […]

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este campo es obligatorio.

POLÍTICA DE PRIVACIDAD

Los Usuarios, mediante la entrada de datos en los campos de formulario de contacto aceptan expresamente y de forma libre e inequívoca, su consentimiento al tratamiento de sus datos personales. Estos datos serán tratados de conformidad con lo dispuesto en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales y en el Reglamento (UE) 2016/679 de 27 de abril de 2016 (GDPR) relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos. Puede solicitar información adicional en el siguiente enlace política de privacidad.