Mil puertas tabicadas
Jose María Gutiérrez Arias
La ciudad de las mil puertas tabicadas … Toledo. Portones de ladrillo, cicatrices indelebles que nos enseñan otra forma de ver el paso del tiempo sobre nuestros edificios, vanos regulares pensados para entrar y salir, puertas convertidas ahora en pensamientos perdidos, pensamientos modelados por el cambio de mil circunstancias … al fin solo puertas para los fantasmas.
En las fachadas, interiores y exteriores, de las casas de Toledo hay muchas puertas tabicadas, no todas son iguales, en ellas se ven diferencias singulares. Algunas no están tabicadas del todo, dejan pasar la luz y el aire … aquellas que se convirtieron en ventanas. Otras, la gran mayoría, están acompañadas por una “hermana” en uso, más joven, no muy lejos, cerca, en la misma fachada o a la vuelta de la esquina. Hay también esas que nos cuentan, por el perfil de su alzado, que en otros tiempos pasaron por ellas hombres de otra centuria y época. También se intuyen algunas que no se ven, están ahí, escondidas pero hay algún detalle que las delata. Otras han recuperado su función y vuelven a ser transparentes, encontraremos testimonios fotográficos antiguos que nos hablarán de ello. Y por desgracia ahora, en nuestros días, veremos muchas recientemente tabicadas, puertas castigadas, incapaces de cumplir su función, hijas de edificios abandonados a su suerte, puertas convertidas en sólidos lienzos rectangulares con blindaje anti-okupa.
Les traemos aquí una “pequeña colección” de puertas tabicadas, datos recogidos en los largos paseos por la ciudad que las visitas técnicas a los inmuebles imponen en los procedimientos de ayudas. Visitas muy útiles para conocer ese Toledo que no para de sorprendernos.
Calle del Locum
Potentísima puerta convertida en minúscula ventana. Grandes sillares, con incisiones de talla, asoman del revoco para marcarnos la traza de las jambas de una puerta de grandes dimensiones. La disposición de elementos de cantería romana reaprovechada es muy habitual en las puertas islámicas, ésta parece una de ellas. En el interior de este edificio de la Calle del Locum existen bellísimas pinturas murales, restos de artesonados y yeserías, de cronología muy antigua, que parecen confirmar esta datación. La acertada ejecución del revoco, su achaflanada transición hacia los bordes de los sillares y el pintado del vano original de la puerta, ayudan a ver con facilidad este vestigio arquitectónico.
Calle Instituto
Antigua portada armada con sencillos sillares almohadillados convertida en ventana. El zócalo inferior de granito oculta parcialmente su alzado. En el lateral izquierdo se ve su puerta “hermana”, que ha tomado el testigo de servir de acceso al edificio. Estos cambios, que suelen buscar centrar el acceso en el eje del edificio, suponen, en la mayoría de los casos, la pérdida de la típica entrada en codo a los patios de las casas; esta entrada acodada evitaba las miradas indiscretas al interior al abrir las puertas. En esta casa el zaguan actual acomete directamente al patio.
Cobertizo de San Miguel
Una de las puertas tabicadas más bellas de la ciudad, por su antigüedad y su abandonado aire romántico. Este arco de herradura adorna la parte alta de una de las antiguas puertas de acceso a la Iglesia de San Miguel. Todavía quedan restos del alfiz que encuadraba exteriormente el arco en su lateral izquierdo y, en el apoyo de ese lado, una ménsula de piedra caliza. Las jambas han quedado perdidas por las reformas y bajo los revocos de cemento de la parte inferior. En el intradós del arco se advierte un fino filete del guarnecido de yeso que revestía el interior del vano de paso. Este tipo de detalles ayudan a los arqueólogos a determinar las fases constructivas de los paramentos y muros que se solapan, superponen o traban entre si, así como distinguir con claridad los huecos de paso, ventanas y hornacinas.
Calle Santa Justa y Rufina
Otra puerta, esta de más entidad, dispuesta con arco de herradura y elementos de cantaría muy trabajados es la que encontraremos en la fachada de la Iglesia de Santa Justa y Rufina.
Calle San Miguel
En el nº 3 de esta calle se encuentra un edificio que pertenece al antiguo conjunto de las Casas del Temple. Todavía quedan recuerdos de las conexiones entre los edificios actuales, que conformaban en tiempo un único conjunto palaciego. Muestra de ello es la fotografía de esta puerta de herradura, que permitía el paso entre dos edificios medianeros de esta manzana de casas, el nº 2 de la Calle de la Soledad y el nº 3 de la Calle de San Miguel. En este último inmueble existe, en su zaguan, las trazas de otra puerta tabicada adintelada que comunicaba en tiempos con el nº 5 de esta misma calle.
Esta casa tiene, además de las puertas tabicadas ya comentadas, una tercera puerta tapiada parcialmente convertida en ventana. Se encuentra conformada por ciclópeos sillares de granito. Se puede ver la gran similitud con la primera puerta comentada en esta entrada, en la Calle del Locum, y al igual que en aquella, en el interior de este edificio, encontraremos antiquísimos elementos patrimoniales.
Travesía de Santa Isabel
Otra vez una puerta con arco de herradura. En este caso, de nuevo en una fachada exterior y sin la profusión de decoración de sus homologas anteriores. Se encuentra en uno de los cerramientos exteriores del Convento de Santa Isabel, enfrente de la antigua entrada del Colegio Oficial de Arquitectos de Toledo.
Calle de las Bulas
Más arcos de herradura, esta vez para una puerta interior parcialmente tabicada. Se encuentra en el patio del nº 21 de la Calle de las Bulas y la fotografía corresponde a su estado en el año 2002. Actualmente, una vez realizada su restauración por el Consorcio de la Ciudad de Toledo, se ha ampliado el hueco de paso, pero sin alcanzar el tamaño del vano original.
Puerta de Alfonso VI
Rematamos la serie de puertas tabicadas, ejecutadas con arcos de herradura, con una fotografía antigua de la Puerta de Alfonso VI realizada por Jean Laurent en 1857. Todos los detalles de esta puerta en el blog Toledo Olvidado.
Calle Trinidad
En la Calle Trinidad encontramos una puerta muy interesante que, por su disposición constructiva, podemos deducir que servía de acceso a una cochera. El gran ámbito existente entre jambas y la inexistencia de umbral debían facilitar el paso de carruajes o coches. Encima de la viga de madera, que hace de cargadero, se dispone una disposición de ladrillos radiales formando un rebajadísimo arco de descarga. Se trata con ello de llevar las cargas del peso del muro a ambos lados del hueco de paso. Este dintel, con los ladrillos colocados a sardinel, no corresponde, por estilo y tamaño de los ladrillos, a la época de construcción del edificio donde se dispone. Hueco y refuerzo del vano pertenecen a una reforma realizada en fecha posterior.
Calle Santa Leocadia
En la fachada de la Casa del Maestro, en la Calle Santa Leocadia, también podemos apreciar lo que debió ser una antigua cochera. Según nos comenta el propietario de este edificio existe una puerta tabicada, de idénticas proporciones, en la medianera trasera y situada en linea con esta de la fachada principal. Esta circunstancia puede indicarnos la existencia de un antiguo paso franco a un corral posterior.
Calle Taller del Moro
Aquí aparentemente no vemos ninguna puerta tabicada pero, si observamos más despacio, a nivel de suelo veremos el antiguo umbral de una puerta-cochera con los rebajes para facilitar el paso de los carruajes. De ahí la ilógica ventana y sus machones laterales, en este muro cerramiento del jardín del Palacio de Fuensalida.
Bajada del Pozo Amargo
En esta calle encontraremos gran número de puertas tabicadas. La mayoría como reflejo del abandono de muchos edificios. De la primera que comentamos poco podemos decir … puesto que no la vemos, sabemos que estuvo ahí por el azulejo municipal con el número de gobierno de esta puerta etérea. El acceso a este edificio se hace ahora por la Calle Cardenal Cisneros.
De la siguiente puerta tabicada, ubicada en la acera de los número impares bajando, comentaremos que no sólo las puertas sino también las ventanas, se han visto afectadas por este reciente mal que está contagiando a un cada vez más numeroso grupo de inmuebles de la ciudad. El objetivo es impedir a toda costa el acceso a estos edificios para evitar el asentamiento de okupas, y los complicados trámites legales que implican los desalojos. Resulta triste ver el elaborado aparejo islámico de esta fachada junto a los modernos rasillones del tabicado.
Bajando a la izquierda encontraremos tabicada otra de las entrada de este edificio y más abajo, subiendo una pequeña rampa, accederemos a un pequeño adarve que bordea lateralmente el caserón abandonado.
En este adarve, en el que también encontraremos huecos de paso secundarios tabicados, podremos contemplar los restos de la fachada de una posible mezquita. Ya vemos que la existencia de estos elementos patrimoniales, tan singulares, no sirven de impedimento para que este edificio esté abandonado.
Calle abajo, en el nº 7 de la Bajada del Pozo Amargo, encontraremos una portada singular parcialmente expoliada, su decoración heráldica y su portón han sido desmontados, y su hueco de paso ofendido y reducido por una moderna puerta de trastero. Este edificio y los siguientes calle abajo pertenecen al mismo dueño y consecuentemente sus puertas han corrido la misma suerte que esta del nº 7.
Plaza del Pozo Amargo
En la embocadura de la Bajada del Pozo Amargo con la plaza del mismo nombre existe una puerta parcialmente tabicada y convertida ahora en ventana. Arriba sobre su dintel todavía conserva el número de gobierno antiguo. Es muy común, en los edificios de vecinos, que los propietarios de planta baja tengan la “tentación” de abrir salidas independientes a la calle y que una ventana se convierta en puerta. Este quizás sea un buen ejemplo de ello. El paso del tiempo a vuelto a dejar las cosas como estaban.
Calle Buzones
En la fachada trasera del Convento de las Capuchinas, encontramos esta puerta que ha perdido casi por completo el revoco barroco que la decoraba. Esto nos permite ver con total claridad su disposición constructiva, arco de descarga en la parte superior, doble cargadero de madera apoyado sobre unas jambas, ejecutadas con labor de cantería, y umbral de granito.
Cobertizo de Doncellas
En el nº 2 de esta calle se ubica la llamada “Casa de los Machos”, aquí encontramos varias puertas tabicadas, cuatro de ellas singulares, al estar decoradas con yeserías, dos en el patio y otras dos en planta baja, en las alcobas del lado de poniente. Una de las interiores ocupa el paso de lo que fue un antiguo adarve. Esta antiquísima casa nos muestra así los innumerables cambios acaecidos en ella.
Bajada del Barco
En la Bajada del Barco, a la altura de la Plaza de las Benitas, en su acera derecha, existe un caserón hace pocos años “rehabilitado”, que conserva sus dos puerta originales de acceso, tabicadas y convertidas en tradicionales ventanas. Según el investigador Jean Passini en este edificio vivío el insigne arquitecto Juan Bautista Monegro. Pese a la mala rehabilitación del edificio, que supuso casi su demolición completa, todavía se conservan, en su interior, algunos elementos de carpintería toledana singular. La fotografía del centro de la composición, de Pedro Román Martínez, nos muestra como era la fachada del edificio a principios del siglo XX y sus portadas de acceso originales.
Para no hacer excesivamente larga la entrada de hoy incorporaremos, en artículos posteriores, más información relativa a las puertas tabicadas de nuestra ciudad histórica.
Continuación de esta entrada en: Mil puertas tabicadas (II)
Buenos días…. Hacía tiempo que no recibía noticias vuestras…. Y es que no recordaba que habíais cambio de página…
Este último trabajo me resulta tan grato… que haré mi propia ruta para ver o intentar ver el máximo de puertas tabicadas.
Enhorabuena…. Hasta la próxima
Javier Rojas
Buenos días Javier. Bienvenido al nuevo espacio, aquí no tienes tabiques, las puertas están abiertas. Haremos nuevas entradas sobre las puertas y la ruta que tendrás que hacer será larga.
Un saludo y gracias
Muchas gracias por este magnífico paseo por las puertas olvidadas de Toledo. Es un REGALO inmenso! y una suerte leeros!
Me quedo con ganas de saber tanto y más sobre otras puertas tapiadas, especialmente las de la fachada trasera del Museo Sinagoga Santa Mª la Blanca y las de la fachada en la calle del Ángel de la que fué el Midrash de las Vigas (calle Caños de Oro).
Felicidades por exponer un tema tan evocador!
Muchísimas gracias Sarah por tu comentario. Tenemos fotografías de más de 200 puertas tabicadas de la ciudad, entre ellas las que me comentas,iremos mostrando poco a poco las más significativas. La de Santa María la Blanca es para mi una de las más bellas de la ciudad y está incluida ya en la nueva entrada que publicaremos en breve.
Magnifico documento , en Sanata Justa y Rufina en el inmueble lateral a este Arco .. he vivido durante más de 20 años …
Gracias por su comentario. Me imagino que se conocerá el arco de memoria de haber pasado todos los días por delante. Un saludo.
La fotografía antigua de la Puerta de Alfonso VI, antigua no es Charles Clifford es de Jean Laurent como se muestra en la Biblioteca Nacional de España y de antes de 1865 pues se encuentra también en el álbum editado en 1865 propiedad del archivo municipal de Toledo
Gracias por su corrección. Un cordial saludo
tengo que decir esto, no me puedo contener…
Se dijo de los Talibanes destruyendo patrimonio historico.
Pero veo Talibanes cristianos que han hecho lo posible por borrar las otras 2 Culturas.
Que desgracia.